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Todo a pulmón
Sábado, primera ronda del Challenger de Buenos Aires. Está sentado en el cambio de lado con las pulsaciones a mil por minuto. Tiene un solo objetivo: ganar este partido. La mirada de Marco carcome la red y también a su rival. No está satisfecho con su juego: su drive no es el mismo de siempre, el saque le viene fallando. Se reprocha, se pregunta por qué no juega como siempre, deja el corazón en cada punto, como lo hace en cada partido... y por fin, lo logra: Game, set y partido para Trungelliti. Agarra su pesado raquetero, se lo cuelga en el hombro y se va.
Puede que no sea la rutina soñada, pero es lo que habitualmente hace cuando está en algún un torneo: Se levanta, desayuna, va al gimnasio, hace un poco de tenis... en fin, siempre exactamente lo mismo. Marco Trungelliti, nació un 31 de Enero de 1990, en la capital de Santiago del Estero. Se decidió por este deporte a los 14 años, cuando estaba pensando seriamente si el básquet sería lo suyo (aunque la altura mucho no lo ayudaba) o si directamente sacrificaría muchas cosas y seguiría uno de sus tan anhelados sueños. “Trunge” como lo llaman sus amigos, viaja casi todo el año por Argentina y también por el resto del mundo. Está lejos de sus amigos, su familia, y su novia. Pero sin embargo tantas penas dejan un saldo positivo, algo impagable: "la madurez.Eso sí: cada uno a su tiempo", dijo con una típica tonada santiagueña y sin olvidar su imborrable sonrisa.
"La experiencia en Europa fue bastante dura, no por contra quienes jugaba, sino porque estaba solo para todos los quehaceres diarios y por momentos era un poco triste. Afortunadamente salí vivo de
ahí", recuerda Marco, y, con una sonrisa, habla sobre su recorrido europeo: "Son cosas para aprender y que hay que tomarlas con humor, aunque en el momento en que uno las vive te dan ganas de revolear todo. Por suerte las últimas dos o tres semanas la pase muy bien, pero sólo las últimas", dice Trunge recordando su recorrido por suelo europeo. Sin lugar a dudas, Marco Trungelliti tiene un prontuario prometedor para el tenis argentino: ganó varios Futures y, además, alterna, entre torneos Challengers, las Qualys de ATP, torneos que sin dudas puede marcar un gran salto en su carrera.
