Entrevista con Diego Gómez

Foto: Reiko Ichikawa

Diego Gomez es licenciado en Periodismo y está terminando una maestría en dirección de comunicaciones institucionales. Trabajó en medios regionales y  luego pasó a una consultora de servicios de comunicación. Se especializó en cuentas deportivas donde, una de ellas era la Asociación Argentina de Tenis. En el año 2008 la AAT decidió abrir su propio departamento de comunicación, en donde Diego se pasó definitivamente con la asociación para poder abrirlo y coordinarlo. 

-¿Cuál es el rol del Jefe de prensa?

Comencé a trabajar con la AAT en el 2005; pero en forma interna, desde el 2008. El rol de jefe de prensa es el contacto con los medios y de satisfacer todo lo que se mueve en ese ámbito. Pero yo estoy específicamente en la oficina de comunicación institucional, que implica más funciones, ya que no se focaliza en un único público (los medios de comunicación), sino todos los públicos de la AAT: afiliados, entes oficiales, jugadores y ex jugadores, entrenadores, público del tenis, sponsors, entidades afiliadas y otros. Y, en ese sentido, es acompañar al plan de negocios de la AAT desde la comunicación para hacerlo viable, comunicable, y por qué vía hacerlo llegar a los públicos para que sea efectivo: se conozca qué hace la AAT, cómo lo hace, por qué, etc.

-¿Cómo se organizan los torneos Futures? (Elección de Provincias, Clubes, Fechas, Premios....)

Existe un reglamento que se distribuye a todos los interesados con lo que es requisitos mínimos necesarios, manejo de sponsors, etc. Se circula a las federaciones y clubes interesados, ellos recomiendan fechas que quisieran, se arma el calendario y se trabaja en fiscalizar, ayudar en la organización, subsidiar con dinero y material (como pueden ser pelotas, por ejemplo) y se colabora en todo lo que se puede.

-¿Con qué criterio se designan los Wild Cards para los torneos Future/Challenger que otorga la AAT?

Los wild-cards poseen criterios propios del departamento de desarrollo, y es lo único que se realiza sin justificación pública, porque es algo exclusivo de la AAT, con un fuerte compromiso con el desarrollo.

Y ahora hablemos sobre la Copa Davis….

-¿Cuáles son las facilidades que se busca darle a un periodista? (hoteles - comidas - telefonía/internet)

Un periodista debe contar con todas las herramientas necesarias para poder trabajar. Esto implica acceso a los partidos, a los jugadores, al área de trabajo, y todo lo que eso implica: teléfono, Internet, refrigerio, etc. A la vez, buscamos colaborar con apoyo logístico: buscando hotel, facilitando generación de visa si se llega a necesitar, tratar de contar con cabinas para transmisión de radio, etc.

-¿Cuánto tiempo antes se viaja?

Cuando se juega afuera, generalmente se trata de estar el fin de semana anterior al de los partidos, para aclimatarse, entrenar bien, pero también la logística previa de la gente que se encarga de esto.

-¿Cómo es la organización de una conferencia de prensa de semejante magnitud e importancia?

El trabajo previo arranca desde qué queremos comunicar, cómo lo hacemos más atractivo, y luego sigue la logística: cuándo, lugar, material necesario (sonido, ágape, etc), quiénes estarán presentes; con eso, empieza la comunicación (aviso, recordatorio, llamados, confirmaciones, etc). Y el día que ocurre, guión, quiénes hablan, orden, duración, información clave por suministrar, conducción. Concluido, sigue el trabajo de distribuir la información, brindar material (ejemplo, fotografías en alta resolución) y divulgarlo por otros medios (facebook, twitter, web, etc)

-¿Cómo se maneja a los medios?

No existe forma de manejarlos ni intención de hacerlo. Lo primordial es establecer un vínculo de cercanía y de ida y vuelta. Ahí radican las claves de toda comunicación. Informar, volverse siempre accesible, ampliar información, escuchar, tener feedback, intercambiar.

-¿Tenés alguna anécdota para contarnos?

El comienzo, que fue con el pie izquierdo. Fue la primera ronda de Copa Davis del 2005, Argentina – República Checa, en el Buenos Aires Lawn Tennis Club. Hicimos la foto oficial para las portadas de los suplementos deportivos de dos medios nacionales importantes. Nosotros tuvimos nuestro propio fotógrafo. El problema fue que, ante mi desconocimiento del trabajo, ese mismo día divulgué las fotografías que hizo nuestro fotógrafo, y les arruiné la sesión que habían hecho esos medios al haberme adelantado y roto la exclusividad que corría implícitamente en cuanto a la difusión de esas imágenes. ¡Me odiaron!